helllloooo!!!!!!

Hola a todos los que me visitan , se los agradesco mucho.

Esta pagina es para todos los que se quedaron con hambre de mas twilight (y me imagino que todos los amantes de twilight se quedaron como io, hambreados y sedientos de maaaaaassssss). Esta no es una pagina para buscar fotos de los protas en cueros, asi que no quiero que despues anden diciendo, "esque ahi no hay nada bueno" jajaja >D ( Aunque de vez en cuando les voy a soltar unas cuantas )
Recuerden:POR CADA VEZ QUE LEAN UN ARTICULO Y NO DEJEN UN COMENTARIO...EMMETT SE COME UN CACHORRO DE LEON :D:D:D JEJEJE

lunes, 6 de diciembre de 2010

Capitulo cinco ...:::: Salvada:::::......


Salvada
Sentí en corazón en la garganta, quise escapar, pero mis piernas no respondían. Cerré los ojos esperando el dolor del golpe, pero en lugar de eso sentí que el piso se separaba de mis pies, ¿Estaba muerta ya? ¿Me habría salvado? Abrí los ojos y pude ver un ángel de cabello dorado y piel pálida sosteniéndome, giré de nuevo la cabeza y vi ambos autos estrellarse a pocos centímetros de nosotros. Ahora más que emocionada por estar en los brazos de Will, sentía un nudo en el estómago de terror. Todo esto lo veía en cámara lenta ya que pasó en menos de un segundo.
Escuché gritos desgarradores y al mismo tiempo me encontraba en algún lugar lejano, no estaba en mi cuerpo, porque no podía moverme. Las voces a mí alrededor se acercaban, pero eran poco claras. Tenía la vista fija en el montón de autos que se compactaban uno contra otro y que sin más remedio se llevaban a sus pasajeros con ellos. La escena era la peor que había visto en la vida. Podía sentir el aroma a oxido y sal inundar mi nariz, sentí nauseas.
_ ¡Rose, Rose, por favor vuelve!_ me decían de algún lugar lejano.
Sentía una opresión en el pecho y no había respirado en todo este tiempo, pero no me importaba esa escena me tenía en shock.
_ ¡Por favor, Rose! _ Cada vez escuchaba las voces más cerca.
Aclaré la vista en lo que tenía más cerca, pero aun así no conseguía reconocer rostros, pero voces ya, estaban Will, Carol, John, Robert y Ashley a mi lado.
Por fin al primero que enfoqué fue John, sus ojos denotaban preocupación extrema. Aspiré todo el aire que me faltaba en los pulmones con rapidez, eso me hizo entrar de nuevo a la realidad. Se tranquilizaron un poco al verme respirar agitadamente.
Ahora lo podía ver todo, era un accidente, una carambola como les llaman, la camioneta de Trevor se había estrellado contra mi auto y varios en esa fila. ¡Los chicos que estaban en el auto de alado! Ahora sabía de dónde venía el olor a sangre.
Me incorporé de un salto y perdí la visión y el equilibrio por un momento, me desplomé de nuevo a los brazos de John. Tenía el corazón a mil por hora y la adrenalina me llenó en unas cuentas fracciones de segundo, me incorporé aún si haber recuperado la vista totalmente y bajé a trompicones las escaleras. Lo primero que hice fue correr hasta donde había quedado mi auto todo compactado, me puse de rodillas y aun con el olor a sangre inundándome la nariz comencé a buscar a mis compañeros.
_ ¡Jess, Jess! ¡¿Dónde estás?!_ gritaba como loca.
_ ¿Qué sucede? _ preguntó Will hincándose a mi lado.
_Jess y otros chicos están aquí, los vi justo antes del accidente. _ respondí desesperada.
_ Caroline, llama a una ambulancia._ le dijo a su hermana mientras yo intentaba mover una llanta.
Toda la multitud se juntaba a nuestro alrededor, miraban el accidente e intentaban sacar a Trevor de lo que había quedado de su auto. No podía pensar en otra cosa más que en sacar a los chicos que habían quedado atrapados ahí.
_ ¡Jessica, ¿me escuchas?!_ comenzaba a ponerme en un estado de histeria.
_ ¿Rose? Rosemarie, estamos aquí. _ respondió por fin Jessica.
_ ¿Están bien?, ¿No hay muertos? _
_ No puedo mover las piernas, me duele mucho._ la chica comenzó a llorar.
_ Te sacaré, aguanta. _
Busqué por todos lados a Will, pero ya no estaba a mi lado, ahora estaba ayudando con Trevor. Corrí hasta donde estaba él y sus hermanos.
_ Jessica y otros chicos están atrapados entre dos autos._ le dije al borde de la desesperación.
Sin pensarlo siquiera corrió hasta donde estaba lo que quedaba de mi auto. Le indiqué el lugar exacto donde había escuchado la voz de Jessica. Me puse de rodillas e intenté identificar el lugar donde sería más conveniente sacarla.
_ Jessica… ¿Dónde están tus piernas?_ le preguntó Will.
_ Debajo del auto de Rose, pero ¡no las puedo mover!_ Jess gritaba de histeria.
_ Calma, yo te sacaré._ le gritó intentando calmarla.
Uno de los maestros nos facilitó una lámpara y solo así pudimos ubicar a los chicos, la mayoría estaba inconsciente.
_ Rose… aléjate unos pasos. _ me ordenó Will.
Obedecí.
Will tomó auto por el guardafangos y con un solo movimiento del brazo lo logró retirar. Lo lanzó más de un metro lejos de nosotros, todos los que estaban ahí lo miraron susurrándose cosas al oído. Me quedé sorprendida por lo lejos y por lo fácilmente que había levantado el auto. ¿Cómo demonios lo había logrado?
Tomó a Jessica en brazos, pero inmediatamente ésta soltó un terrible grito de dolor. Will la dejó de nuevo en el piso, tras ella estaban los otros cuatro chicos, uno de ellos, Harry, se levantó con la cabeza sangrando, inmediatamente cayó fulminado al piso chorreando. Ese aroma tan distintivo de la sangre me inundó la nariz y me bloqueo el cerebro, sentí muchas nauseas, pero lo peor fue que no me podía mover para quitarme de ahí, me había petrificado.
<<>> pensé.
La ambulancia se abrió paso entre el grupo de estudiantes que estaban contemplando lo que sucedía.
_Rose. _ escuché la voz de John muy lejana.
Giré la palma de mis manos, estaban empapadas de sangre. De pronto me vi en otro lugar, el piso era de loza blanca y estaba todo cubierto de sangre, mire mi ropa y tenía el pantalón manchado de las rodillas.
_ Rose, ¿estás bien? _ seguía hablándome John.
Me levanté por mi misma y caminé unos cuantos pasos hasta que tropecé con algo. Regrese de esa visión.
Estaba tirada entre Harry, Betty y Bob, entre todos habían hecho un charco de sangre en el que me había caído. Solté un grito al ver la mano de Betty con una fractura expuesta.
_ Calma, Calma._ dijo Will acercándoseme e intentando levantarme con cuidado.
Miré su ropa… estaba manchado de sangre en toda la camisa y parte del pantalón.
_ Rose calma, no pasa nada. _ ocultó mi rostro para que no mirara mientras levantaban a los chicos.
Apenas y podía percibir el aroma de su colonia, todo él olía a sangre fresca, sentía que me asfixiaba estando tan cerca de él, prácticamente me tenía abrazada.
Me lo quité de encima de un empujón, mi suéter color hueso quedó con motas color carmesí, me temblaban las manos y las piernas eran simplemente un par de hilos que se movían con el viento. De nuevo vi el piso de loza blanca cubierta de sangre justo donde yo estaba parada. El estomago no dejaba de convulsionarme.
_ Rose, Rose. _ repetía Will sin dejar de mirarme.
Me faltaba el aire, necesitaba salir de ahí. Apenas y respiraba, imagino que por eso Ashley se alarmó.
_ Esta en shock. _ comentó alguno de los chicos.
_ La llevaré al hospital._ dijo Will.
Sentí sus fuertes brazos rodear mis hombros y con un ligero empujón hizo caminar mis pies. Sentí el asiento de piel de un auto y después escuche una puerta casi inmediatamente escuche otra, el motor de un auto rugir y cuatro llantas rozar el pavimento; no podía moverme, tenia entiesados todos los músculos y aunque me dolieran no podía des tensarlos. Tenía fuertemente apretada la boca para evitar que las nauseas me ganaran.
_ Calma Rose, pronto llegaremos._ dijo Will a mi lado rozando mi mano izquierda con las yemas de los dedos. Ni siquiera eso me derritió.
El motor del auto se apagó, oí ambulancias llegar y gritos de paramédicos pidiendo medicinas y morfina, ya habíamos llegado al hospital. Sus brazos me pasaron de nuevo por los hombros y me cargo fuera del auto, intento ponerme de pie, pero ahora si mis piernas no soportaban mi peso, sentí su otro brazo pasar por debajo de mis rodillas. En cualquier otra circunstancia me hubiese encantado que me cargara de esta forma o que me hablara tal y como lo había hecho, pero ahora apenas podía concentrarme en respirar.
Una luz blanco pulcro me cegó un instante y después… loza blanca por todos lados, miré a Will tenía algunas gotas de sangre en la mejilla derecha. Y para no dejar la costumbre… más aroma sanguinolento por todas partes, pero que esperar, es un hospital. Por fin reaccioné.
_S-sa-sácame… d-d-de aquí. _ logre articular a pesar de que me temblaba la boca.
_ Pero…_
_ ¡Por favor! _por fin podía hablar bien.
Dio la media vuelta y salió del hospital, y aunque aun no podía respirar bien, de verdad deseaba estar lejos de ese lugar.
Will me sentó en una de las bancas que estaban afuera, Se sentó a mi lado y miró mis reacciones un instante, después me tomó la mano.
_ Rose, cálmate, ya pasó. _
Sentí alivio con sus palabras, era como si pudiese eliminar mi miedo con tan solo unas cuantas palabras. Cerró sus dedos en torno a los míos y dio unas palmadas en el torso de la mano, miré sus ojos, jamás en mi vida había visto un par de ojos refulgir de esa forma, era como si tuviesen luz propia. No pude evitar sonreír. Devolvió el gesto con otra sonrisa y se puso de pie a mi lado como si fuese un guardaespaldas.
_ Creo que es mejor que nos vayamos ya a Tofino. _ dijo extendiendo su mano en símbolo de ayuda.
_Gracias, pero, ¿qué sucederá con mi auto?_
_ Llamaré a un amigo para que lo arregle, te prometo que quedara como nuevo._ volvió a sonreír y sus ojos chispearon.
Tomé su mano aun manchada y caminé a su lado hasta donde estaba el auto, iba en silencio y con las manos metidas en los bolsillos. Parecía una persona muy diferente a la que me había recibido el primer día de escuela. Abrió la portezuela del copiloto y me ayudo a subir, aunque no era necesario lo hizo de buena fe. Aun nos esperaba un tramo largo que recorrer desde Ucluelet hasta Tofino y no podíamos recorrerlo juntos y peleados.
El motor de su auto casi no hacia ruido, era parecido al ronroneo de un gato, así que para matar el silencio prendió el radio, empezó la canción de MK Ultra, una de mis favoritas. Me dio pena cantarla, así que solo moví el dedo índice al ritmo de la canción. Will subió el volumen.
_ Veo que te gusta MUSE. _ comento para romper el silencio.
_ Sí, es mi banda favorita. _ conteste con un hilo de voz.
Abrió un compartimiento al frente de la palanca y saco un disco plano y blanco, lo puso en el estéreo.
_ Entonces esto te gustara. _ sonrió.
Reconocí el ritmo, era Undisclose Desires, sonreí, el ambiente era más tranquilo que nunca. Tenía la vista clavada en la carretera y al parecer no se había percatado de que lo miraba, su misteriosa actitud era lo que me atraía, quería descubrir que ocultaba. De pronto recordé algo de el accidente, un segundo estaba a dos centímetros de una camioneta fuera de control y al siguiente estaba a salvo en las escaleras y lo único que había podido ver era a Will. ¿Cómo era posible?
_ ¿Cómo es posible? _ murmure para mi misma.
_ Disculpa. _
¿Lo había dicho tan alto? No, quizás hablaba de otra cosa. Pero de todas formas tenía que aclarar mi cabeza, quizás solo fue un truco de mi cerebro.
_ Es sólo que… _ reí _ Creo que me volví loca. _
_ No lo creo, porque si tú estás loca, eso significa que yo estoy loco también. _
_ Pues… tendrás que ir a un hospital psiquiátrico. _ reí.
_ No. Si antes me cuentas por que te dices loca, quizás me cure y de paso tú. _ rió.
_ Pues… es una estupidez… pero me gustaría preguntarte ¿cómo lo hiciste? ¿Cómo me salvaste tan rápido? _ pregunté con la cabeza gacha.
Se quedo en silencio varios minutos isn siquiera mirarme, sólo se concentraba en la carretera. Quizás había tomado a mal lo que le había preguntado, pero como saberlo si no lo podía mirar directamente a los ojos sin que mi cerebro se volviera de chicle. Al fin habló.
_Fue… un arranque de adrenalina, suele sucederme. _ dijo algo serio para mi gusto.
_ Ah, sólo lo pregunté porque hasta ahora lo estoy contemplando desde otro punto. Lamento si te incomodé. _
_ No tienes por qué disculparte, eso ya pasó y… pues ni yo sé cómo explicarlo, es algo que yo no controlo. _ rió algo nervioso, me mentía.
Sus ojos de pronto se volvieron un mar de mentiras.
_ Will…_ no quería incomodarlo._ ¿estás seguro de que fue un arranque de adrenalina? No me mientes ¿verdad? _
Miró por primera vez en todo el camino directamente a mis ojos, sentí un nudo en la garganta, sentí que me decía con los ojos “no puedo decirte la verdad”. Devolvió la mirada al pavimento sin decir nada, hice lo mismo y miré el bosque que rodeaba la carretera, había cedros, pinos y muchas especies diferentes de plantas. Con eso me distraje el resto del camino. Nuestras casas estaban antes de llegar a Tofino así que el recorrido era más corto para ambos, buenas, aunque ese día no dimos vuelta en el lugar indicado. Un mensaje cambio nuestro rumbo.
_ Hmm… Will ¿sería mucha molestia q me llevaras al hospital?_
Fijo inmediatamente si vista en mí y me examino clínicamente.
_ ¿Te sientes mal?_ pregunto preocupado.
_ No. Papá quiere que vaya para allá ahora mismo._ expliqué.
Relajo el rostro y sonrió de nuevo nervioso, retomo el camino al centro. Llegamos y papá ya me esperaba, creo que no le gusto recibirme manchada de sangre.
_ ¡Rose! _ dijo mamá corriendo a mi encuentro.
_ ¿estás bien? ¿Por qué vienes así?_ pregunto papá mirando directamente a Will, ya que él también estaba manchado.
_ Si papá, es solo que hubo un accidente y…_
_ ¡Accidente! _ grito mamá.
_ Papá, estoy bien, vengo así por que después del accidente ayudé, bueno… “ayude” en mi forma, ya sabes. _
Suspiró. Con un mohín nos dijo que entráramos, afuera hacia frio y no era bueno, ya que el clima era malo. Llegamos a su consultorio y nos dio a cada uno un paño para limpiarnos lo más que pudiéramos.
_ Y bien… ¿que ninguno me va a decir que paso?_
Will y yo nos miramos y después miramos el piso. Will comenzó.
_El auto de uno de nuestros compañeros se salió de control y choco contra el de Rose, pero no se preocupe, logro salir de ahí justo a tiempo, no lo sucedió nada._
_ ¿Y a sus compañeros?_
Un escalofrío recorrió toda mi columna, de nuevo sentí como si la sangre estuviera bajo mis manos y pies, respiré profundo para controlar las nauseas.
_ Los están atendiendo en Ucluelet._
Papá asintió pensativo. Estuvimos en silencio varios minutos hasta que un par de golpes en la puerta nos despertaron. Will abrió en silencio la puerta. Era Caroline. Lo venía a buscar.
_ Will, mamá y papá te buscan en la sala de espera. _
_ Voy para allá Carol. _ le contesto serio.
Volteó y nos dedico una sonrisa y un apenas audible hasta luego, salió de la habitación.
_ Se lo horrible que debe de ser para ti estar así, por que no vas a casa y te cambias, luego regresas._ dijo revisando unos archivos.
_ Pues…había olvidado mencionar que mi auto quedo inservible por el momento. _ dije con la cabeza gacha para no ver su reacción, pero con una sonrisita.
_ Entonces pídele al chico Cathwright que te lleve. _
Sonreí, parecía que ni siquiera le importaba mi auto, eso era bastante bueno, aunque esperaba por lo menos un bufido. Tomé mis cosas de la silla y me despedí al salir. Decidí no pasar a ver a mamá para no preocuparla por mi apariencia. En la entrada principal había un pequeño círculo de personas discutiendo, era la familia de Will. Reconocí a la mayoría, a excepción de dos que imaginé eran sus padres, pero ambos en lugar de padres parecían hermanos suyos. Stephanie, su madre, era alta, delgada, con el cabello largo y dorado como el de Carol, tenía unos ojos verde esmeralda muy hermosos y la piel tan pálida como la Luna. A su lado estaba el doctor David Cathwright, su cabello era castaño claro tirándole al dorado, tenía unos ojos tranquilos de color caramelo, el rostro de Will era muy parecido al de su padre en varios aspectos, incluyendo la palidez extrema, aunque ni Will ni Carol era tan pálidos cómo sus padres y familiares.
_ ¡Rose! _ Carol paró la plática._ ¿Ya conoces a mis padres?_
Mire de nuevo a David y Stephanie. Ahora su rostro era más dulce y menos frio, los ojos de ambos eran serenos y cálidos.
_ No._ respondí algo más tranquila.
Me tomo del brazo y me acercó a el circulo, sus padres sonrieron deslumbrantemente.
_Mamá, papá, ella es mi amiga Rosemarie, es la chica de la casa de al lado. _ dijo diciendo mi tarjeta de presentación de memoria.
_ Gusto en conocerte. _ dijeron al unísono.
_Igualmente. _
Con la mochila ocultaba la sangre que había manchado mi ropa, aunque no le hicieron caso seguramente se dieron cuenta de que yo también estaba manchada como sus hijos. Con una sonrisa se despidieron y caminaron despacio rumbo a sus respectivos pasillos, ambos moviéndose singularmente, como si estuvieran modelando, porque eso parecía, modelos. Carol y el resto de los chicos hicieron lo mismo y salieron del edificio.
_ Will… ¿sería mucha molestia que me llevaras a casa?_ pregunte con la mirada gacha.
_ No, claro que no, de hecho voy para allá. _ sonrió deshaciéndose del poco aliento que tenia.
Con su suéter me cubrió de la lluvia y juntos caminamos hasta el reluciente automóvil. El ronroneo del motor nos indico que estaba encendido, con movimientos suaves giró rumbo a nuestro camino. A la velocidad a la que iba llegamos en poco tiempo. Se detuvo frente al pórtico de mi casa e inmediatamente se bajo para abrirme la puerta, era un caballero al derecho y al revés. Le sonreí tontamente. Esperó hasta que abriera la puerta para subir de nuevo al auto.
_ Will, no quisiera aprovecharme, pero… ¿después podrías llevarme de nuevo al hospital? _
_ Claro. _ De nuevo sonrió. _ Me cambio y regreso para esperarte. _
Entre y volando subí las escaleras, , entre en el cuarto y rápido abrí la llave del agua, me metí en el chorro aun friolento y lave todo minuciosamente, pero rápido. Lavé mi cabello y pronto Salí de nuevo, el frio ni me importo y pronto me cambie, miré la blusa manchada, jamás se desmancharía, así que la puse a parte para después ver que le hacía. Cepille mi cabello rápidamente y en menos de 15 minutos ya estaba lista y reluciente. Mire por la ventana y efectivamente ahí estaba, recargado contra la puerta del copiloto, con las manos en los bolsillos, estaba tan reluciente como su auto. Tomé el celular y un poco de dinero por si se ofrecía y en menos de un segundo ya estaba abajo abriendo la puerta. Su rostro se ilumino de repente como si le hubiesen prendido un foco. Abrió la puerta del copiloto y la mantuvo así hasta que entre, la cerro e inmediatamente ya estaba cerrando la del conductor. Dio la vuelta y condujo hasta el final de la calle, pero en lugar de girar a la izquierda giro a la derecha rumbo a Long Beach.
_ Mmmm… Will el hospital es hacia el otro lado. _comente con una sonrisa algo confundida.
_ Lo sé. _contesto sereno.
_ Mi padre me espera en el hospital._ volví a decir
_ Hmm… pues vele avisando que no llegaras al hospital._ sonrió algo pícaramente.
_ Si no llego se preocupara. _ intente convencerlo.
_No te estoy secuestrando…_ rio_ no aun._
Lo mire, sabia como se pondría papa si no llegaba en un rato más, se pondría peor de histérico que mama y eso ya era bastante.
_ ¿A dónde vamos?_ pregunte algo alarmada por su respuesta anterior.
_ No has comido nada desde el café a la hora del almuerzo. Te hará daño el susto con el estomago vacio, además, que tiene de malo que te secuestre una o dos horas para llevarte a comer algo y distraerte de todo lo que ha pasado hoy._ sonrió de nuevo de esa forma traviesa que me deja sin palabras.
Sin poder oponerme a sus ojos lo único que pude hacer fue asentir algo confundido. Aun me causaba un poco de extrañeza su cambio de actitud tan repentino. Marque rápidamente en el teléfono un mensaje para papá.
_Llegamos._ anunció deteniendo el auto.
Estábamos en el restaurante de Wikaninnish, el Sol estaba a solo unas cuantas horas de ocultarse y daba directamente en mis ojos. A Will parecía no importarle, sus ojos reflejaban esa luz con una intensidad mayor que nada en este mundo; porque él no es de este mundo. Salió del auto y en el pequeño lapso en que yo giraba la mirada a la puerta él ya estaba ahí, de nuevo súper rápido. Caminamos juntos a la entrada del restaurante, tenía una linda vista a la playa, una mesera se acerco y nos condujo a una mesa fuera en una terraza techada el primer piso. La brisa estaba un poco fría pero era agradable. Acercó la silla lo más que pudo a mí y sonrió mirando la carta. Ambos pedimos una Coca-cola y carne asada.
_ Y bien… ¿te sientes mejor? _ preguntó sonriéndome con los brazos cruzados sobre la mesa.
_ Si por mejor te refieres a no tener nauseas, sí, estoy mejor._ le devolví una patética sonrisa.
La mesera apareció con nuestras órdenes en las manos, Will ni siquiera la volteo a ver. Destape la Coca-cola y la vacié en el vaso intentando distraerme de su mirada, sentí como si se quisiese meter dentro de mis pensamientos. Solté una risita estúpida y nerviosa.
_ ¿No vas a comer? _ pregunte para hacer que dejara de mirarme así.
_ Claro, es solo que… me quede pensando en algo._ respondió apenado.
Corte en trozos la carne y comí los primeros en silencio. El parecía un poco más hambriento que yo.
_ Will, ¿cómo lo haces? _
_ ¿Qué cosa? _ pregunto intentando parecer inocente.
_ ¿Como… puedes ser tan rápido? Apenas giro la cabeza y ya estás ahí._
Tomo un trozo y se lo llevó a la boca, no quería responderme. De nuevo me ocultaba algo.
Suspiró.
_ No lo sé, siempre he sido así, desde que era niño. _ estaba serio. _ Era ágil y rápido para todo. _
_ Vaya, debe ser fantástico ser rápido y ágil. Yo nunca lo he sido. _ sonreí.
_No es tan bueno._ se quejó._ A veces desearía ser una persona normal y poder… ser como los demás sin tener que ocultarme._
Tomo el tenedor y comió un poco de carne, no dirigía su mirada hacia mi, estaba concentrado en el plato que tenía al frente. Hice lo mismo que él, me distraje con la ensalada y los trozos de carne antes de entablar otra conversación.
_ Así que… tus padres son médicos. _ comenzó
_Sí, se la pasan en el hospital todo el día y más aun desde que las matanzas aumentaron. _
_ ¿Y saben que o quien es lo que los mata? _ pregunto mirándome a los ojos de nuevo.
_Ni idea, todos dicen que es un “hombre-lobo”. _ reí diciendo sarcásticamente la última parte.
Esbozo una sonrisa burlona, aunque en el interior no le hacia la mas mínima gracia. Tomó la lata de coca-cola, dando un pequeño sorbo dijo:
_ Así que… no crees en eso. _ puso cara de guasón.
_No, soy de mente abierta, pero definitivamente en eso no creo. Se me hace inconcebible una mutación genética entre un animal salvaje y un humano._ sonreí desviando la mirada. _ Tampoco creo en vampiros ni en ninguna de esas cosas._
_ Te sorprenderías. _ murmuro soltando una risa entre dientes.

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